El cuerpo como portal
El cuerpo como vehículo: un umbral.
Una puerta viva hacia lo que no tiene forma ni palabra.
A través de la carne, del peso, del ritmo y de la respiración, acceder a mensajes que no vienen de la mente. Lo no material se vuelve legible cuando se encarna. El cuerpo conserva lo que el lenguaje no puede nombrar.
Estas videodanzas nacen de la escucha somática: de permitir que el movimiento emerja como respuesta. El soma sabe antes. El soma guarda la memoria del trauma, pero también las rutas de su liberación.
Me muevo para quedarme.
Me muevo para volver.
El nervio vago como un hilo invisible que me sostiene: una presencia interna que regula, acompaña y recuerda al cuerpo que puede habitar la seguridad. No lo dirijo, lo sigo. No lo fuerzo, lo dejo hacer.
Estos fragmentos son pequeñas ofrendas de presencia.
Momentos donde el cuerpo habla, tiembla, se abre
y se convierte —otra vez— en casa.
Atravesar el oleaje sin resistencia.
Permitir que el cuerpo cante sus propias coplas.
Moverme es volver: regresar a ese centro íntimo donde la danza ordena lo disperso y el vacío se vuelve respirable. La incertidumbre acompaña el camino de regreso a casa.
Recordatorio al ritmo de Coplas del regreso de Guillermo Klein.
¿A qué vengo?
A experimentar desde lo vivo, allí donde la sombra se mueve con delicadeza.
La Gran Fuerza Vinculante atraviesa el cuerpo y lo deja hablar. Me imagino sostenida por un pulso interno —el nervio vago— que es guía y reflejo. Danzar en agua, ser agua, permitir que lo oscuro se vista de luz sin dejar de ser profundo.
Recordatorio al ritmo de Aurora.
Una nube nunca muere (dijo Thich Nhat Hanh). Habita el cielo, el agua, la respiración.
El cuerpo se vuelve atmósfera sensible: se expande, se condensa, se deja atravesar. Danzar es permitir que lo que fue nube vuelva como lluvia interna, como pulso, como presencia sutil que no necesita permanecer para existir.
Un recordatorio al ritmo de Clouds de Felix Rösch.
Volver a mi templo y ser fuego. Un recordatorio al ritmo de Juana Aguirre. Cada gesto invoca una transmutación: lo denso se ablanda, lo contenido se enciende.
